El club deportivo Tirapalante, fiel a su tradición veraniega, subió de nuevo al pico más alto de la península, el Mulhacen de 3.485 metros. En esta ocasión, salimos del pueblo de Trevelez, en la comarca de Las Alpujarras, que a su vez es unos de los pueblos situado a más altura en España.
El objetivo del primer día, fue subir al paraje de Siete Lagunas, situado a 2900 metros, justo debajo del Mulhacen, el lugar es de ensueño, con lagunas creadas por el deshielo, con mucha yerba, fruto de la humedad, también con muchas piedras y grandes cascadas de agua. La subida , desde Trevelez es continua, superando un desnivel de 1300 metros en pocos kms, fruto del esfuerzo al limite que hay que realizar, unos de los miembros del grupo tuvo que abandonar debido a problemas musculares.
La noche la pasamos, con sacos de dormir y vivac, en Siete Lagunas, con un fuerte viento, durante toda la noche, y pudiendo contemplar un cielo con cientos de estrellas, realmente fue algo mágico. No tan mágico, sufrir al viento que no cesó en toda la noche y la dureza del suelo, pero mereció la pena.
El domingo, iniciamos la subida, con fuerte viento, a ráfagas, que hacia que nos tuviéramos que agachar para que la rafága no nos tirara al suelo, realmente el peligro era importante, por lo que tuvimos que hacer un rodeo a la hora de hacer la ascensión al pico, el viento continuo, sin tregua, obligándonos a parar en muchas ocasionas para evitar que el viento nos tirara al suelo.Con voluntad y pocas fuerzas conseguimos coronar el Mulhacen. En al cima vivimos un momento muy emotivo , al compartir la cima con la Asociación Discamino, asociación que fomenta proyectos de solidaridad con personas con Diversidad Funcional, en esta ocasión subían al Mulhacen, con una persona con Diversidad funcional, ayudada por un grupo de voluntarios, con este grupo intercambiamos las camisetas de nuestras camisetas.
Iniciamos la bajada, una bajada constante, con un desnivel de 1885 metros, una autentica burrada de bajada, porque las piernas y los dedos de los pies, te los deja listo, como dicen en mi pueblo.
Quiero terminar esta crónica, con pequeñas frases de los participantes sobre su experiencia:
“ Una experiencia de vida,a cada paso se vislumbra el camino, tras cada esfuerzo la recompensa “. ENCARNI
“ Una de las aventuras más increíble que he vivido” LOLI.
“ Una gran rutay bonita aventura “. MAURICIO.
“ Buen fin de semana, con unos parajes espectaculares, con buena organización y un grupo buenísimo, para volver “. CRISTOBAL.
“La que quiere puede “. GERTRUDIS
“ Ni las inclemencias ni las adversidades son capaces de romper a un grupo de personas con ganas de disfrutar juntos”. CHANO
“ Fin de semana inolvidable, en buena compañía “. JUANI.
“ Cada subida al Mulhacen es un reto, cada reto un aprendizaje, y de esta subida me quedo, con la lección que nos dieron quienes convierten en ojos, brazos o piernas de personas que, por si solas, no podrían participar de un reto como este. Una lección de solidaridad que despierta sentimientos profundo respeto, admiración y reverencia, además de una cura de humildad” AYMARA
“ Subida emocionante y retadora. Coronar la cima supo mejor por la unidad y tesón del grupo “ ALVARO.
“ Experiencia bonita y muy dura, pero repetiría “ MANOLI
“ Agradezco a todos, y sobre todo al monitor Juan, la voluntad y el apoyo que me ha prestado en una ruta tan exigente “. MIGUEL ANGEL.
“ Ver las estrellas en 7 Lagunas, y subir al Mulhacen, a la montaña me hacen volver “ MARIA LUISA”
“ Noche única e inolvidable a los pies del Mulhacen”. MARCO ANTONIO
“ Los elementos nos lo ha puesto difícil, le hemos vencido” BENITO
“ La experiencia más dura jamás experimentada, pero a la vez Más satisfactoria por la superación de retos personales”. JULIA
“ Una experiencia inolvidable que espero repetir muchos años más “ LAURA
“ El sábado al atardecer, el rumor del agua convirtió el camino en poesía. Por la noche, bajo una alfombra verde todos juntos contemplamos la belleza de un manto azul y blanco que nos acompañó en el sueño. La experiencia nos dio tanta fuerza que ni siquiera un enojado dios Eolo pudo evitar que tocáramos cima en el Mulhacen, y pudiéramos contemplar un extraordinario ejemplo de solidaridad y superación personal con personas con diversidad funcional
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