- INSCRIPCIÓN
LUGAR: Sede CD Tirapalante. Avda. Andalucía 15 - DÍA:12 de diciembre, martes
HORA 19:30 – 20:15 (socios)
20:15 – 20:30 (no socios) - INFORMACIÓN SOBRE LA RUTA
- DÍA: 17 de diciembre de 2023
- HORA DE SALIDA: 7:30 de la mañana
LUGAR DE SALIDA: Aparcamientos Pabellón Mpal
Ruta atractiva y fácil, sin dificultad técnica. El sendero une las localidades de El Bosque con Grazalema a través del puerto del Boyar, en plena sierra de Grazalema. Discurre en gran parte paralela a la carretera A-372, aunque un poco separada, llevándote de un lado y otro. Realmente es una antigua calzada y cordel (vía pecuaria) que comunicaba Arcos de la Frontera con Ronda a través del Parque Natural de la Sierra de Cádiz. En algunos de sus tramos conserva el empedrado antiguo y abrevaderos que surtían de agua a arrieros, ganado y bestias que tiraban de los carros. En general, el itinerario actual, desbrozado para recuperarlo como camino público por grupos ecologistas, discurre por un sendero estrecho que obliga a caminar en fila india. El piso es de tierra y piedra, salvo unos 50 m en los que domina la piedra de mediano tamaño que obliga a caminar con cierta dificultad y unos 100 m que discurren por carretera.
Pasa junto a montes como el Albarracinejo, Aguas Turbias, Cerro Albarracín…El itinerario arranca en el casco urbano de El Bosque y alcanza los 1105 metros de altura en el Puerto del Boyar. Está repleta de puntos interesantes y es propicia para tomar fotos y disfrutar del paisaje desde sus miradores. Finaliza tomando el camino de los Charcones, que une el puerto del Boyar con Grazalema. El recorrido se efectúa en gran parte por sombra o entre sol y sombra.Por el camino se dejan atrás elementos etnográficos como el molino del Susto, s. XVII, que aprovechaba las aguas del arroyo del Descansadero y fue destruido tras la guerra civil, fuentes, casas como el Tesorillo, caleras, abrevaderos y algún área de descanso.
La flora predominante, típicamente mediterránea, la componen acebuches, encinas, algarrobos, alcornoques, quejigos, lentiscos, helechos, majuelos, muérdago… y plantas aromáticas como lavanda, romero, salvia, tomillo, entre otras. Si el silencio nos acompaña, no es raro escuchar el canto melódico de algún petirrojo
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